En un mundo financiero en constante cambio, los asesores financieros y gestores de activos se encuentran en el epicentro de un escenario complejo y desafiante que demanda agilidad, adaptabilidad y un enfoque estratégico excepcional. 

Los desafíos a los que se enfrentan son abundantes y variados, desde la volatilidad incesante de los mercados hasta la evolución constante de las demandas de los inversores y las regulaciones que parecen redefinirse casi a diario.

Además, las expectativas de los inversores también están en constante evolución. Los inversores de hoy no solo buscan rendimientos sólidos, sino también transparencia, acceso a información en tiempo real y, más importante aún, una experiencia personalizada.

Sin embargo, en medio de este panorama de desafíos y oportunidades, surge una fuerza igualmente poderosa: la tecnología. 

La evolución tecnológica está transformando fundamentalmente la forma en que los asesores financieros y gestores de activos abordan su trabajo, ofreciéndoles posibilidades que anteriormente podrían haber parecido imposibles. 

En este artículo, explicaremos los principales desafíos que deben y deberán enfrentar los asesores financieros y gestores de activos en los próximos años:

Mantenerse Competitivos en un Entorno Cambiante

La constante búsqueda de rendimientos excepcionales ha llevado a los gestores de activos más allá de las fronteras tradicionales de inversión. 

En su esfuerzo por alcanzar resultados sobresalientes, han empezado a explorar clases de activos menos líquidas y a implementar estrategias de inversión más complejas. Sin embargo, este enfoque audaz no está exento de desafíos. 

En el horizonte de inversión se extiende un panorama marcado por la volatilidad geopolítica, la evolución de las dinámicas de la globalización y la creciente influencia de factores climáticos. 

Para abordar esta complejidad, los gestores de activos deben equiparse con herramientas y conocimientos que les permitan tomar decisiones informadas en un entorno financiero que cambia rápidamente.

La Evolución de la Estrategia de Inversión: Un Desafío y una Oportunidad

La ampliación del enfoque de inversión hacia clases de activos menos convencionales y estrategias más intrincadas es un reflejo de la búsqueda constante de oportunidades de rendimiento. Sin embargo, esta expansión también trae consigo una mayor complejidad y una necesidad de análisis más profundo.

Los gestores de activos se enfrentan a la tarea de comprender los matices de estas nuevas clases de activos y evaluar sus riesgos y beneficios con mayor detalle. La adopción de enfoques más sofisticados de análisis a través de softwares especializados se vuelve esencial para tomar las mejores decisiones posibles. 

Volatilidad Geopolítica y Cambios en la Globalización: Un Entorno en Constante Cambio

En el corazón de la complejidad se encuentra la volatilidad geopolítica.

Los eventos internacionales, desde tensiones comerciales hasta cambios en políticas gubernamentales, pueden tener un impacto significativo en los mercados financieros.

La impredecibilidad de estos factores agrega una capa adicional de incertidumbre para los gestores de activos. Además, la evolución de las dinámicas de la globalización añade nuevos desafíos.

La interconexión global de los mercados significa que un acontecimiento en una parte del mundo puede desencadenar efectos en cadena en otras regiones, creando un entorno donde las reacciones en cadena y las respuestas a nivel internacional pueden desafiar incluso las estrategias de inversión más cuidadosamente planificadas.

Impacto Climático: Un Desafío Emergente y Urgente

Otro factor crítico en esta ecuación es el cambio climático.

A medida que la conciencia sobre los riesgos climáticos aumenta, los inversores y reguladores están prestando más atención a cómo las empresas y las inversiones se alinean con objetivos sostenibles.

Los gestores de activos se encuentran bajo presión para evaluar y gestionar los riesgos climáticos asociados con sus carteras, lo cual es una tarea compleja y difícil de llevar a cabo constantemente.

La inversión sostenible y la consideración de factores ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) son ahora elementos centrales en la toma de decisiones, lo que agrega una capa adicional de complejidad a la gestión de activos que la tecnología puede abordar. 

Cumplir las demandas de transparencia de los clientes 

En un entorno en el que la información fluye a velocidad vertiginosa, los inversores, especialmente las instituciones, exigen una transparencia sin precedentes y detalles minuciosos sobre el rendimiento y los riesgos asociados con sus inversiones.

La demanda de informes detallados, comprensibles y entregados en plazos acotados ha aumentado significativamente.

El proceso manual de generación de informes, además de ser tedioso y propenso a errores, puede ser una barrera en la búsqueda de una comunicación eficaz y transparente con los inversores.

La recopilación, organización y presentación de datos precisos en informes legibles es una tarea que requiere tiempo y recursos significativos. Además, los informes estáticos generados manualmente pueden quedar rápidamente obsoletos en un mundo donde los mercados cambian en cuestión de segundos.

Es aquí donde la tecnología entra en juego de manera transformadora.

La solución tecnológica no sólo automatiza el proceso de generación de informes, sino que también lo personaliza según las necesidades y preferencias de cada cliente.

Al recopilar datos de diversas fuentes, como información de mercado en tiempo real, transacciones de cartera y análisis de rendimiento, la tecnología puede crear informes detallados y específicos para cada inversor.

Esta capacidad de personalización no solo aumenta la relevancia de la información proporcionada, sino que también permite a los inversores obtener una visión completa y precisa de sus carteras.

Cumplimiento Normativo y Legal

Dentro del laberinto regulador de la industria financiera, los gestores de activos enfrentan la constante presión de mantenerse en consonancia con regulaciones y normativas estrictas.

El incumplimiento no solo puede resultar en sanciones financieras sustanciales, sino también en daños irreparables a la reputación tanto de la empresa como de los inversores.

En este entorno, donde la interpretación y el seguimiento de regulaciones cambiantes pueden ser desafiantes, la tecnología se erige como un recurso esencial para garantizar un cumplimiento normativo riguroso y eficiente.

El proceso manual de rastreo y análisis de los cambios en las regulaciones puede ser laborioso y propenso a errores. Las regulaciones financieras se actualizan y modifican con regularidad, y los gestores de activos deben asegurarse de que sus estrategias de inversión y carteras estén en línea con estos cambios. Aquí es donde la tecnología entra en juego como un aliado inestimable.

La solución tecnológica puede automatizar el seguimiento de las actualizaciones regulatorias y alertar a los gestores sobre los cambios relevantes que puedan afectar sus operaciones y estrategias.

Los softwares especializados no sólo simplifican el proceso de seguimiento, sino que también garantizan una interpretación precisa de las regulaciones.

La solución tecnológica puede analizar las regulaciones y compararlas con las políticas internas de la empresa.

Esto asegura que las estrategias de inversión y las decisiones de gestión estén alineadas con los requisitos legales y las pautas internas de cumplimiento. Al hacerlo, la tecnología reduce significativamente el riesgo de interpretaciones incorrectas o decisiones basadas en información desactualizada.

Presión interna para obtener mejores resultados en las inversiones

Junto con la presión de los inversores y los reguladores para innovar, los gestores de activos están sintiendo presión interna para adoptar un enfoque respaldado por datos y tecnología para mejorar los resultados de sus inversiones y la gestión de riesgos.

Un análisis sólido del rendimiento y el riesgo, proporcionado a través de una software especializado, dota a los equipos de inversión y riesgo con las ideas necesarias para tomar decisiones más informadas y tomarlas con mayor rapidez. Decisiones mejores se traducen en resultados de inversión mejores.

Esto, a su vez, ayuda a los gestores a superar a sus competidores.

Además, mejora el rendimiento individual y de equipo (junto con las recompensas incentivadoras correspondientes) y aumenta la satisfacción laboral y la motivación.

Un enfoque automatizado para la obtención de datos, el cálculo de riesgos y rendimiento, y la generación de informes también reduce el esfuerzo manual que suele implicar el proceso de análisis.

La competencia en la industria y la presión sobre los márgenes hacen que contratar a más personal para llevar a cabo todas las tareas de consolidación de datos y análisis ya no sea una opción, especialmente para los gestores nuevos y más pequeños.

Aprovechar la tecnología es más económico, sencillo y produce mejores resultados, lo que permite a los gestores de activos centrarse en actividades que aumentan los ingresos, como la investigación y análisis de potenciales y existentes inversiones, la captación de capital y las relaciones con los inversores.